
El
inventor y padre del control remoto, John
Hay Hammond, Jr, comenzó a construir su propio castillo medieval en la
costa de Gloucester en la región estadounidense de Masschusetts, poco antes de
la gran depresión y el crack bursátil de 1929. Hammond lo convirtió en su
residencia y en almacén para su colección de reliquias y artefactos
medievales.
El Castillo de Hammond destaca por
la gran cantidad de excentricidades que contiene: desde un comedor de estilo
renacentista, una peculiar y preciosa biblioteca de forma redondeada, pasadizos
ocultos, hasta una piscina cubierta y climatizada en la que se puede reproducir
la sensación de nadar bajo la lluvia.
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Piscina interior del castillo de Hammond |
Por otro lado, estas peculiaridades
no son lo único que hacen del Castillo de Hammond un lugar increíble puesto que
además alberga un puente levadizo, la tumba de un niño que vivió en la época
romana y una gran variedad de artefactos históricos.
Si
llamativo era el castillo, más peculiar era el propio Hammond, el cual junto a
su esposa Irene tenían la extraña costumbre de organizar una procesión fúnebre gatuna cada vez que uno de sus gatos perecía, introduciéndolos en formol y
transportándolos en un vehículo, para más tarde enterrarlos en el propio
castillo.
También
hubo una leyenda negra sobre el Castillo de Hammond, pues resulta que Jonh H.
Hammond tuvo interés por las ciencias ocultas y el mundo espiritista. En una
zona del Castillo hay una parte del suelo blanqueada por las prácticas que
realizaba Hammond para atrapar cuerpos del más allá, para lo que creaba un
campo eléctrico que supuestamente podía atraparlos.
Sin
duda el inventor John Hay Hammond, Jr, reflejaba la paradoja entre lo que es ciencia y lo que es misticismo, entre lo natural y lo sobrenatural, o
entre la razón y la locura del que la ha perdido. Era un hombre muy peculiar e
inteligente que nos dejó mucho más aparte de sus grandes avances científicos.
Fuente: curiososincompletos.wordpress.com; wikipedia.
¡¡Pero si parece de película!! Hay personajes con vidas ocultas cuando menos interesantes. ¿¿Procesiones de gatos?? Me he quedado perpleja!! En fin... ese punto de locura de los grandes genios parace que es obligatorio a todos.
ResponderEliminarUn saludo!
con todos mis respetos para el señor Hammond y su memoria... pero creo que no se puede ser más hortera ... madre mía que cabezas.
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